La prospectiva y la planificación estratégica

La prospectiva y la planificación estratégica

Mi�rcoles, 20 de Julio de 2022

 

LA PROSPECTIVA Y LA PLANIFICACIÓN ESTRATÉGICA

En los últimos años, vivimos en un mundo que evoluciona desde diferentes perspectivas a una velocidad que nos es difícil asimilar, más aún, por las diferentes circunstancias.

En esta situación, toda empresa se ve obligada a conocer cuál será el futuro, a su vez, nos obliga a analizar distintas posibilidades que el mercado de oportunidades pueda ofrecer y que se fundamentan en la proactividad, ¿cómo descubrir de estas oportunidades?

Existen tres modelos o enfoques de prospectiva que es necesario conocer, el enfoque adaptativo, el enfoque de influencia y el enfoque proactivo.

La prospectiva, es una herramienta que permite generar aportes desde la teoría e interpretación de variables, para identificar los patrones de consumo, la visión futura entre otras.

La no aplicación de la prospectiva en una institución, en este tiempo se constituye en una desventaja para hacer frente a la competitividad, más aún en una sociedad de constantes cambios, de hecho, permite tomar decisiones de manera anticipada a la proyección de tendencias en diferentes campos como lo social, económico, tecnológico, que a menudo son cambiantes por su naturaleza.

Si bien la prospectiva tiene como objetivo vaticinar el futuro, este conocimiento debe ser aplicado necesariamente con la planificación estratégica.

En el proceso de la planificación estratégica por su generalidad se utiliza el FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenaza) esta herramienta no es útil para crear objetivos estratégicos prospectivos.

El FODA, si bien sigue siendo una herramienta de mucha utilidad, solo permite visualizar la actual situación de una entidad, por si sola queda incompleta en estos nuevos tiempos.

A partir de estas consideraciones, la PROSPECTIVA y el FODA deben interrelacionarse entre sí de manera objetiva visualizando el futuro, además fomentando de sobremanera la coordinación óptima de actividades, estos dos elementos no deben manejarse por separado por la estrecha relación y dependencia.

El desafío mayor debe estar concentrado a que un plan estratégico brinde resultados útiles, provechosos y que nos permitan predecir el futuro en un contexto dinámico y globalizado.

Finalmente, es evidente la limitación para el uso de la prospectiva como principal herramienta en la planificación, como también es evidente la escasa o nula aplicación en nuestro medio.

 

Juan Reynaldo Catari Ticona

Jefe de Servicios Financieros

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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